Aunque estos días la distancia física esté siendo mayor de lo que nos gustaría en circunstancias normales, lo cierto es que Mendaur sigue muy unido. Mensajes, videollamadas, newsletters semanales… todo lo que haga falta para mantener esa unidad que tanto caracteriza nuestro Mayor. Esta vez, para acercar el calor de Mendaur a todos sus colegiales, hemos preparado un vídeo muy especial. Disfrútalo.
Querido colegial:
¿Cómo estás? Al habla desde Mendaur. Menuda locura, eh. Parece increíble todo lo que ha sucedido en tan poco tiempo.
Y es que no hace ni tres semanas, estabas sentado junto al resto de colegiales en el Aula Magna, recibiendo y presumiendo de la beca de nuestro Mayor o, tal vez, soñando con ese día. No hace ni tres semanas, presentabas a tus padres esos amigos que has hecho durante el año y que presientes que van a ser para toda la vida. No hace ni tres semanas, seguías haciendo esos descansos de la merienda que se alargan entre risas y algún piti. Quién nos iba a decir que íbamos a echar de menos los paseos desde el piso a clase con el frío viento de por la mañana, esa sala de estudio a la que tanto debemos o incluso algún que otro Sillón Naranja. Y, sin embargo, todo eso ya no está, y es por eso por lo que más lo echamos en falta.
Los de sede campus, que somos unos privilegiados por lo que tenemos aquí, estamos bien y no nos falta de nada. De nada… excepto una cosa: vosotros. Y es que esto no es lo mismo sin vosotros. Mendaur ha perdido gran parte de su fuerza; las salas de estudio reclaman más gente; los últimos puestos de la sala de estar no están acostumbrados a estar vacíos; el comedor se siente raro sin esas cenas en las que casi no cabíamos; y al carro de la merienda le extraña que sobre comida. Con lo bien que estaba yendo el curso; con todo el esfuerzo que estábamos haciendo por terminar esto a lo grande; con lo poco que quedaba ya para acabar este gran año… y tenía que pasar algo que nunca antes había ocurrido.
Sin embargo, no es momento de lamentarse. Toca aceptar lo que ha venido y sacar, como siempre, la mejor versión de nosotros mismos. Porque esta nueva situación, como todas aquellas en las que se nos exige poner más de nuestra parte, es una oportunidad única para crecer, personalmente y como Colegio Mayor. La distancia entre los pisos y el campus nunca ha sido un inconveniente para creer en este gran proyecto y no lo va a ser ahora, aunque nos puedan separar miles de kilómetros. En el cariño hacia nuestros padres, en nuestra madurez personal, en nuestra responsabilidad en el estudio, en nuestra vida interior y en nuestra amistad con la gente tenemos que llevar la firma de Mendaur, esa diferencia que marcamos con cada detalle.
Nos seguimos acordando mucho de todos vosotros, de cada uno. Os tenemos muy presentes cada día en la Misa. A los 14 que seguís en el piso, que sois nuestros héroes por permanecer, contra viento y marea, conviviendo y haciendo Colegio Mayor en 80 m2; y al resto, que estáis junto a vuestros padres y hermanos y que estáis demostrando, con vuestro cariño en la vida familiar, qué significa ser Mendaur.
Tengo que ir terminando. Pero recordad que esto lo vamos a sacar adelante entre todos: dirección, decanos y colegiales seguimos trabajando para estar más cerca de cada uno, más unidos; y que, antes o después, volveremos a estar todos juntos dentro de las paredes de ladrillo naranja, recordando esta situación como lo que fue: días de crecimiento y entrega. Donde quiera que estemos, tenemos que seguir demostrando quiénes somos. Porque universitario se es unos años, pero de Mendaur, toda la vida.